Covid19 movilidad en Madrid
Mucho se está hablando en estos días del fin del confinamiento en Madrid y cuáles serán los diferentes escenarios de vuelta a la normalidad cuando tengamos “controlado” al covid19, especialmente en temas como nuestra movilidad.
En lo que a la movilidad se refiere (movilidad, no vehículos eléctricos)…
Madrid era un ejemplo de ciudad abierta a probar diferentes medidas para mejorar sus índices a lo largo de estos últimos años. Prueba de ello eran las diferentes alternativas de vehículo compartido que se estaban implantando, tanto públicas como privadas. También el constante esfuerzo por la promoción de los parkings disuasorios para que la entrada final en Madrid se realice en transporte público. No quisiera olvidarme del transporte de pasajeros con conductor tipo taxi o vtc (cabify, uber…).
Otra iniciativa ha pasado desapercibida es la limitación horaria en la zona verde y la zona azul de SER (servicio de estacionamiento regulado) de Madrid. Esta regulación limita el tiempo máximo que un usuario puede comprar en el parquímetro de la zona. Las diferentes apps para el pago del estacionamiento como ParkingLibre tienen el mismo comportamiento. Estas aplicaciones están totalmente integradas con la plataforma integral del SER de Madrid.
Podría enumerar decenas de iniciativas publico/privadas que Madrid estaba acometiendo y que el coronavirus me temo que también ha contagiado.
El desescalado de las medidas…
Es muy posible que en este tiempo que estamos viviendo estemos obligados a dar prioridad a la salud individual frente a la colectiva (habló de la contaminación que por desgracia también acompaña a Madrid).
Recientemente hemos escuchado como las autoridades recomiendan el uso del vehículo privado frente al transporte público como inicio de la vuelta a la normalidad y es algo que parece tener todo el sentido del mundo pero… ¿cuánto durará? ¿dará al traste con el camino que llevábamos avanzado?
Obviamente pasará mucho tiempo para que volvamos a sentirnos seguros montándonos en un coche compartido, todos nos preguntaremos “¿quien se habrá montado antes?”… volantes, cascos, manillares, son cosas que seguramente nos volverá a costar tocar con la misma generosidad con la que lo hacíamos antes.
Todos hemos vivido esa línea de metro por la mañana en donde vas a menos de 20 centímetros de cuatro o cinco cabezas mientras intentas leer algo en tu smartphone.
Tampoco creo que el vehículo privado nos haga sentir del todo seguros, no me imagino aparcando en un parking y tomando uno de esos ascensores llenos de pintadas del centro de la capital. O aparcando en la calle y acercándonos al parquímetro más cercano a pulsar unos botones que han tocado decenas de personas antes…
Quizás en la cultura occidental hemos sido demasiado generosos o descuidados con nuestra salud individual. O quizás solamente es nuestro carácter como latinos que somos en donde el contacto es menos tabú que en otras culturas.
El futuro tras el covid19
Estamos viviendo un momento único. Un «apagar y volver a encender” de nuestra sociedad en donde deberíamos aprender de lo vivido y reiniciarnos para no cometer los errores del pasado.
Para ello cada uno de nosotros deberemos poner de nuestra parte. Nuestros dirigentes políticos deben de estar a la altura de las circunstancias para liderarnos. Y no únicamente con esos mensajes de «no estamos solos”. Deben saber compartir y ponerse de acuerdo en lo mejor para todos.
Y por supuesto también las empresas, quienes en mi opinión siempre han tenido una de las llaves de la movilidad y no la habían usado realmente: el teletrabajo.
Este encierro debe servir para demostrar a todas esas empresas que hasta ahora aplicaban un método de trabajo tradicional que el teletrabajo es una herramienta real. Solamente hay que aprender a organizar determinados procesos internos. Así, miles de empleados no tendrían que desplazarse a sus centros de trabajo o por lo menos no al mismo tiempo. Esto sin duda mejoraría enormemente la movilidad.
Esperemos que también ganemos la batalla de la movilidad contra el covid19.