El objetivo es obtener recursos adicionales para financiar la conservación y el mantenimiento de estas vías en buen estado de seguridad.
El peaje, o pago por uso, en las autovías de la Red de Carreteras del Estado siempre ha sido un tema de debate por parte de los diferentes gobiernos desde hace muchos años. El principal objeto de este debate es el supuesto elevado coste de conservación que tienen nuestras autovías y la imposibilidad de mantenerlas correctamente con lo recaudado.
Bien, para tener datos sobre estas cuestiones no hay más que ir a los Presupuestos Generales del Estado y revisar de que cifras estamos hablando. Si revisamos los Presupuestos del Ejecutivo para el año 2022, puede verse que la partida presupuestaria asciende a 1.371 millones de euros al año, cifra más alta de la nuestra historia, pero viendo estos mismos presupuestos, la recaudación por impuestos a los carburantes asciende a mas de 20.000 millones de euros. Leyendo estos datos, uno podría preguntarse si los impuestos que se están cobrando por repostar nuestros vehículos se están administrando correctamente ¿verdad?
¿Por qué ahora se quiere cobrar?
La respuesta a por qué ahora se va a imponer un sistema de tarificación en todas las autovías y autopistas estatales, así como en regionales, la tenemos en la pandemia que estamos viviendo y la incapacidad de salir de la crisis económica en la que estamos inmersos.
Como en muchos otros sectores, la aparición de la Covid-19 ha marcado un antes y un después en la gestión de nuestras carreteras. El Gobierno se ha comprometido con la Unión Europea, a cambio de recibir escalonadamente los fondos de recuperación de 140.000 millones, el pago por usar las autovías para el año 2024.
Una vez asumido que tendremos que pagar un poco más de lo que ya estamos haciendo por el uso de las autovías, la siguiente pregunta podría ser: ¿Y como lo llevarán a cabo?
Dos posible modelos
En Europa el pago de las autovías está muy extendido desde hace muchos años, básicamente hay dos modelos de funcionamiento:
- Viñeta. Es un modelo de pago similar al que actualmente tienen Austria o Suiza, por poner unos ejemplos. El concepto básico de este tipo de pagos es que tendremos que comprar una viñeta (que podrá ser semanal, mensual, anual o con la periodicidad que se marque) y ésta nos permitirá circular por las autovías durante el periodo de tiempo contratado.
- Peaje Electrónico. Este modelo es similar al que ya tenemos en algunas de nuestras autopistas actualmente, quizás habrá avances en este sentido, pero el concepto es que mediante unos pórticos instalados en la autovía se puedan leer nuestras matrículas o dispositivos tipo ViaT y comprobar si hemos pagado la tasa correspondiente por circular en la autovía.
Parece ser que España comenzará usando el método de pago por viñeta, sencillo de implementar de inicio y apelando al buen hacer de la mayoría de los conductores se pretende recaudar una cifra cercana a la necesaria para el correcto mantenimiento de las carreteras.
Una vez se haya implantado este sistema, parece que allá por el año 2025 se implantará el pago por peaje electrónico en todas nuestras carreteras.
El pago por viñeta
Al tratarse de un pago único, a modo de tarifa plana, y con diferentes periodicidades, se plantea la siguiente pregunta: ¿y cómo comprobarán que tenemos la viñeta en vigor?
La tarifa contratada se asocia a la matrícula del coche o vehículo, y mediante cámaras se puede detectar si se ha pagado o no o si se tiene caducada.
En España ya hay instalada una red de cámaras calibradas para controlar infraciones como el uso del móvil o del cinturón de seguridad, entre otras. Las que dependen de la DGT se cifran en 216 actualmente, aunque se entiende que habría que instalar más para vigilar este supuesto.
Además, este modelo puede variar su tarifa por tipo de vehículo. El modelo plantea que se haga un pago inicial e independiente del número de trayectos o de la distancia recorrida. Se desconoce el precio que tendrá esta viñeta, sin embargo, se entiende que de llegar también ofrecería diferentes periodicidades para adecuarse a diferentes usos.